Con el calor y la falta de agua, los incendios de pastizales comienzan a verse como moneda corriente en la zona, afectando tanto a vecinos como al propio Cuerpo de Bomberos de la ciudad • “. Necesitamos el apoyo de la gente, si no se toma conciencia va a llegar un momento en que los incendios nos van a superar” manifestó el segundo jefe de Bomberos Alejandro Massa.
Esta semana se dieron varios focos de incendios que requirieron la intervención del cuerpo de Bomberos de la ciudad, dejando a las claras una situación que requiere tanto de una intervención estatal como del compromiso de los vecinos.
La sequía que asola a la ciudad y la región, sumado al incremento del viento y la temperatura se vuelve un coctel peligroso a la hora de realizar ciertas quemas, lo cual deriva en la intervención del cuerpo de Bomberos que cada vez se le complica más para poder hacer frente a estos incendios.
El pasado miércoles pasado el mediodía, se notificó un foco de incendio de gran magnitud en las cercanías de la cárcel federal de Agote, el cual conllevó la intervención de cuatro dotaciones de Bomberos para contralar las llamas.
A esto, se le suma no solo la peligrosidad del fuego sin control por los campos secos, sino que también, dada su cercanía, afecta la visibilidad en las rutas linderas debido a la gran corina de humo desplegada que puede llegar a derivar en la pérdida de vidas de los conductores.
“Arrancó casi a la entrada y terminó pasando la vía. Ahí se quemaron alrededor de 15 hectáreas (más de 2 km) de pasto” relató Alejandro Massa, segundo jefe de cuerpo de Bomberos de la ciudad.
En simultáneo, las dotaciones mercedinas realizaron una colaboración con sus pares de Luján, dado el foco de incendio que se desató en la Estancia Santa Elena, ubicada en la localidad de Pueblo Nuevo. El humo cubrió gran parte del cielo de las localidades de Pueblo Nuevo y Jáuregui complicando la circulación de vehículos. “Se calculan casi 45 hectáreas con plantación de pasto y mucha forestación de árboles, que de hecho venía del lado de la ruta 7 llegando hasta la ruta 5, casi veinte kilómetros de línea de fuego que nos llevó un trabajo de alrededor de 24 horas” amplió Massa al respecto. En el mismo día, otro foco de incendio conllevó la intervención de los bomberos locales desde la 25 (antigua ruta 5) hasta la ruta.
Sin dudas, este tipo de problemas afecta directamente al cuerpo de Bomberos de la ciudad que viene doblando los esfuerzos para poder hacerle frente a todos estos focos poniendo a disposición tanto las dotaciones y materiales necesarios a la par del capital humano.
En ese sentido, Alejandro Massa comentó que “se está dando mucho lo que son incendios forestales en la zona rural y hasta el día de hoy, el clima ayuda para que se provoquen incendios pero el 99% de los incendios es por le negligencia humana”.
“Empiezan a hacer quema controlada de basura, ramas y lo que pasa es que en estos últimos meses nos encontramos con una velocidad de viento que no favorece para hacer una quema” agregó.
Desde el Cuerpo de Bomberos de la ciudad se viene realizando una campaña con el fin de que los vecinos tomen conciencia de la problemática que esto conlleva.
“Por cuestiones como limpieza de terrenos, la gente lo sigue haciendo sin darse cuenta del gasto que genera, el movimiento, no es que se prende accidentalmente, hasta el momento no hemos encontrado ningún incendio que haya sido por esos factores” expresó Massa, dando cuenta de las causas que derivan en estos incendios forestales de tal magnitud.
En tanto, puntualizó que “estamos hablando de quemas de pastizales grandes. Hoy en día empiezan a quemar y se encuentran a que se le fue de las manos, se le peso al vecino o llegas hasta algunas plantas y ahí se les va de las manos”. A todo esto, se le suma el factor climático el cual no ayuda a poder sofocar el fuego de manera rápida.
Con respecto a este punto, lo Bomberos se enfrentan a lo que ellos denominan la “regla de tres”: más de treinta grados de temperatura, la humedad menor a 30 y más de 30 de viento te dan los condimentos para que el fuego se complique para que el fuego se salga de control.
“Por el tema de la sequía tenemos mucho rastrojo y trigo que no se levantó y cuando el fuego toma estos campos hace que corra muy rápido y quema todo lo que encuentra a su paso, tejidos, alambres, etc. Asimismo hasta nosotros con los elementos y todo se nos queman varias hectáreas porque esta época es complicada” agregó el segundo jefe del cuerpo.
El problema del basural
Sumado a los hechos que se fueron dando durante la semana, también aparece el basural de la calle 22 bis como uno de los grandes problemas que, por lo general, termina derivando en la intervención del Cuerpo de Bomberos dado la gran cantidad de incendios que allí se desatan.
“El tema del basural de la 22 bis hace dos meses que venimos trabajando. Ese es un terreno que le cedieron al municipio para arrojar escombros, tierra y ramas para ir tapando la cava que se formó cuando se hizo la ruta 41 y prevenir futuros accidentes dado que la gente de la zona la solía utilizar para bañarse en épocas de calor” manifestó Massa.
Sin embargo, muchos vecinos lo utilizan para arrojar basura domiciliaria los olores o l humo posterior terminan por afectar a la zona que hoy alberga un territorio urbano a los costados del predio.
“Eso lleva a que algunos quemen por los olores y otro tanto que hemos podido ver, quema para la junta de residuos como metales o materiales que le sirve. Al tirar ramerío, ellos lo queman como para poder sacar el alambre, cobre, o el material que buscan. Sabemos que hay una necesidad. El tema es que ellos prenden y después los vecinos te llaman porque les molesta el humo, además dependiendo la dirección del viento también puede afectar la visibilidad de la tuta 41 o la ruta 5” expresó Massa.
En ese sentido, el segundo jefe del cuerpo reconoció que “del lado nuestro nos complica mucho porque cada vez que vamos son 4 o 5 horas de trabajo. Es mucho tiempo que le dedicamos a eso sabiendo que hoy tenemos la necesidad de trabajar en otros puntos de Mercedes”.
Aumento y preocupación
Si bien está claro que la situación climática no se presenta beneficiosa para la quema (supuestamente controlada) de pastizales dado el aumento de las temperaturas y la falta de agua en la región, lo cierto es que muchos aún recaen en esta práctica sin tener cuenta las consecuencias.
“Antes de la pandemia veníamos con un promedio de 700 servicios al año donde ahí entra todo, entre accidentes, incendios forestales y domiciliarios. Cuando llegó la pandemia bajamos a un 50% y luego de que se levantaran las restricciones se dio el pico. Hoy, a falta de un mes para finalizar el 2022 estamos a 900 servicios así que ha aumentado muchísimo” sostuvo Massa, poniendo de manifiesto la preocupación del cuerpo ante el verano que se aproxima.
“La temporada empieza para nosotros en diciembre que se vienen las temperaturas más altas, a lo que este año nos vamos a encontrar que no ha llovido en los últimos 6 meses y la parte del follaje débil se está quemando por la falta de agua. Cualquier cosita que se prenda se vuelve incontrolable y esto no es algo que pasa en Mercedes sino en toda la zona. Necesitamos el apoyo de la gente, si no se toma conciencia va a llegar un momento en que los incendios nos van a superar. Esta semana hemos tenido entre tres y cuatro incendios simultáneos afectando no solo las dotaciones sino también el personal que viene haciendo un esfuerzo muy grande con un gran desgaste físico” concluyó Alejandro Massa, buscando la empatía de los vecinos a fin de poder despertar la responsabilidad en los vecinos de la ciudad.
