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Incertidumbre tras el entierro de un caso sospechoso de Covid 19

Edgardo Luis “El Pampa” Ballesteros falleció en la Clínica Nueva Cruz Azul el pasado domingo y su hijo Eduardo, denunció irregularidades en su entierro • Raúl Laporta aclaró que ellos entregaron el cuerpo como lo dicta el protocolo ante estos casos • El intendente sostuvo “buscamos la solución inmediata para poder revertir el daño que se había generado”.

Días atrás se conoció e hizo pública la denuncia de la familia Ballesteros solicitando que se investigue qué sucedió con el fallecimiento del padre de la familia que el domingo fue internado en la Clínica Nueva Cruz Azul, donde se le hizo el estudio de PCR por Covid 19, y que al fallecer, el cuerpo fue enviado al Cementerio, aparentemente como NN, sin haber notificado a la familia. La denuncia se presentó ante la Fiscalía 6.

En una entrevista radial Eduardo Ballesteros, hijo de Edgardo Luis “El Pampa” Ballesteros, contó lo sucedido. Con 85 años, “El Pampa”, reconocido en el ámbito deportivo como un jugador histórico en la ciudad, ingresó con un grave problema de salud en la Clínica Nueva Cruz.

“El domingo me avisaron que falleció y que vaya a hablar con el médico de terapia intensiva que sería el que me notificaría el fallecimiento, eso fue lo única comunicación que tuve con ellos. Después fue un raid de saber dónde está mi viejo, que teníamos que esperar el resultado del Covid 19. Mientras esperábamos el resultado, a mí me avisan que están sacando cuerpos de la Clínica. Voy y pregunto al otro día. Empiezo a buscar a mi papá junto a mi tío. Lo llevaron al Cementerio sin avisarnos. Tuve que ir a desenterrarlo, porque ya lo habían hecho. Verifiqué que fuese mi padre porque estaba envuelto en bolsas de nylon como si fuese un ´matambre´. Estuvo tres días sin poder descansar”, resaltó Eduardo Ballesteros en el programa matutino de Radio Universo.

“Pasé una odisea. Espero que no le pase más a nadie. Por eso lo saqué a la luz. Dejo en claro que Casa Silva con la gente del municipio me dieron la posibilidad de poder reencontrarme con mi viejo y enterrarlo como corresponde. Me ayudaron en todo, me contuvieron cuando hubo que sacarlo. A ellos mi agradecimiento”, dijo.

“La Clínica no me informó dónde estaba después de su fallecimiento, ni nada por el estilo. Siempre tuvieron mi teléfono”, agregó y destacó que no se comunicaron con él pese a que tenía contratado a la Cochería para hacer el sepelio.

“Creo que la mayor responsabilidad es de la Clínica por no avisarme. Cuando fallece una persona la familia tiene que saber dónde está el cuerpo. No ocultarlo, ni darle permiso a nadie para que lo retire. Acá hay un culpable y quiero que lo pague”, destacó en la entrevista con Oscar Pozzi.

La denuncia ante la Fiscalía N° 6, a cargo del doctor Luis Carcagno, se presentó el 17 de junio. La carátula es “Averiguación de ilícito”. La familia solicita que se investigue si hubo algo ilegal más allá de las irregularidades que considera la familia que sucedió en cuanto a las actuaciones del centro de salud privado.

Laporta desvincula a la Clínica

Luego de conocerse la denuncia de la familia Ballesteros, el Director Ejecutivo de la Clínica Nueva Cruz Azul, doctor Raúl Laporta habló ante los medios de comunicación en busca de aclarar la situación. En sus dichos, resaltó que, al ser tratado como un

paciente sospechoso de Covid 19 (aunque luego se confirmó el negativo), la entrega del cuerpo se realizó según el protocolo sanitario.

“Los hechos son varios a tomar en cuenta. El señor Ballesteros tenía muchas comorbilidades, entre ellas un problema cardíaco serio. Son los pacientes más vulnerables y por eso cuando ingresan con una placa y una tomografía bajo sospecha, más allá de la insuficiencia cardíaca y una neumonía grave, lo tenemos que tomar como caso sospechoso. A esos pacientes se hisopan tal como dicen los protocolos de la Nación y de Provincia”, expresó el médico en los micrófonos de FM Santa María.

“A partir de ahí, obviamente, se genera un grado de angustia, de ansiedad y de nerviosismo de la familia al ver aislado a su familiar. No estamos ajenos a la evidencia de la enfermedad de su familiar. Están aislados y por lo tanto, no hay posibilidades de visitas, ni tiene posibilidades de hablar cara con el médico tratante. Los informes se dan vía telefónica. Y eso genera mucha angustia”, agregó en el programa de radio.

“En segundo lugar, hasta no tener el resultado de ser confirmado o descartado, se cataloga como sospechoso. El paciente falleció en la Clínica y había ingresado en muy mal estado general. Más allá de la sospecha de neumonía grave y Covid-19, con insuficiencia cardíaca, etc., le avisamos telefónicamente al familiar que había fallecido”, agregó Laporta.

“De ahí en adelante, se le comunicó al familiar para que concurra a la Cochería funeraria de confianza para comenzar el trámite de entierro. Al ser un caso sospechoso, las Cocherías no retiran el cadáver, sino que lo retira la municipalidad. Nos comunicamos con la Cochería, nos comunicamos con el municipio y el cadáver fue retirado de la Clínica, ante un óbito de un caso sospechoso. No era un caso confirmado ni descartado al momento de retirar el cadáver”, destacó el médico responsable de la Clínica Nueva Cruz Azul.

“De ahí en adelante, la gestiones que se realizan a través de la Municipalidad y de la Cochería, la verdad es que es un desconocimiento de la institución Clínica Nueva Cruz Azul. No sabemos bien qué informe, qué tipo de entierro se le da, si se le avisa al familiar o no, si el familiar tiene la posibilidad de asistir al entierro o a la cremación. Eso es ajeno a la institución. Nosotros ese tema, no lo manejamos”, marcó Laporta destacando la situación en un contexto de pandemia en donde originalmente los pacientes sospechosos debían ser cremados y ahora se permite el entierro.

“Nosotros no tenemos absolutamente nada que ver desde que el paciente fallece en adelante. Entregamos el cadáver a quién corresponda, según el protocolo que nos dicte la Nación, Provincia y el Municipio”, agregó.

En cuanto al los resultados de PCR, Laporta comentó que “el martes a la tarde, nosotros tuvimos el resultado y ahí se descartó. El paciente fallece el domingo a la noche, lunes a la madrugada. A mí también me angustia la situación de la familia. Desde la información del estado del paciente por teléfono hasta que lo hayan enterrado sin previo aviso o consentimiento. Si me hubiese sucedido a mí, personalmente, tendría la misma angustia que el señor Ballesteros”, destacó Laporta.

Ustarroz aclaró

Por su parte, el intendente Juan Ustarroz también se refirió brevemente al hecho en cuestión, durante la conferencia de prensa en la que realizó un balance de lo hecho por el municipio desde el inicio de la pandemia (ver pág. 3).

Consultado por algunos periodistas que se encontraban presentes, sostuvo que “siempre hay responsabilidad municipal. He hablado con dos parientes directos. Creo que esta situación de Covid 19 alteró protocolos, procedimientos, genera dificultad y a veces pánico. Uno lo ve cuando aparece un supuesto caso”.

“Por protocolo se hizo el hisopado correspondiente, pero es un tema que lo hemos hablado directamente con los familiares a quien le dimos las correspondientes disculpas haciéndonos responsables de la situación. Cuando nos tocó intervenir buscamos, dentro de lo posible, la solución inmediata para poder revertir el daño que se había generado” concluyó el intendente.

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