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sábado, diciembre 14, 2024
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“No puedo levantarme a la mañana y estar desmintiendo pelotudeces”

El reconocido escritor explicó a una radio local los motivos que lo están llevando a desistir de instalar la universidad narrativa en su ciudad natal • Aclaró que los 99 años es una exigencia del Ministerio.

 

 

El viernes el destacado escritor mercedino Hernán Casciari concedió una entrevista exclusiva a la periodista Susana Spano en su programa “Mañanísima”, que se emite de lunes a viernes por Radio Fénix (93.9 MHz).

El tema central  del diálogo fue el frustrado proyecto de  la Universidad de Narrativa Orsai que el escritor explicó en estos términos:

“Por ahora no se podrá realizar. Vengo soñando con esta idea desde hace cuatro años – 2020 – el proyecto fue interrumpido por la pandemia. Yo quería dejar algo en Mercedes para siempre y eso era una Universidad de Narrativa, en la que nuestra ciudad fuera pionera en Hispanoamérica. Ni siquiera  España posee una de estas características. Mi intención era posicionar a la ciudad como un faro cultural”.

¿En qué consistía el proyecto?

Es una idea muy novedosa, muy increíble de la que todavía no he hablado porque estoy en una etapa anterior, la de convencer al Ministerio de Educación de que tenemos la capacidad y la espalda económica para sostener un proyecto de esas características. Lo que tengo es un capital económico para poner a punto esa Universidad y lo que me falta, lo que no tengo, es un predio de  características muy específicas para ponerla en marcha.

El Ministerio de Educación te pide ambos avales: que tengas una propiedad propia, o en comodato, por una cantidad de tiempo que propone que sea por 99 años y que tengas un capital económico para encarar los primeros 10 años de esa universidad. Nosotros tenemos el capital, que está arriba de los 3 millones de dólares y lo aporta la comunidad Orsai, en  formato de donación. El predio, desde el principio, pensamos que fuera en Mercedes, que lo cediera la ciudad de Mercedes, el Municipio de Mercedes (en el predio de la ex Dupon) y no el partido político que gobierne en un momento dado.

¿Y cuál fue el impedimento?

Yo pedí,  como condición sine qua non, que por unanimidad  el Concejo Deliberante aprobara el pedido. Es decir,  que los 18 concejales estuvieran de acuerdo.

Inicialmente pensé: si hay uno que no está de acuerdo ya no lo haría la ciudad en su conjunto, sino una mayoría política, partidaria y entonces desistiría  porque no soporto que se diga que estoy haciendo política. De ahí que la única manera de hacerlo era por unanimidad. Posiblemente, con mucha ingenuidad, pensé que la iba a conseguir rápidamente porque la propuesta es espectacular, no tiene mácula. No existe nada que nadie pudiera decir en mi contra pero un grupo de concejales inicialmente, y  después un grupo de medios posiblemente instigados o en connivencia con ellos empezaron a decir una serie de mentiras que me dieron la pauta, clarísima, de que iba a ser imposible trabajar en esas condiciones.

¿Cuáles fueron las objeciones?

Empezaron a decir que la Universidad era un fraude, que soy un escritor kirchnerista, cuando posiblemente no haya nada, pero nada más anarco capitalista que yo. Creo que no existe en la cultura argentina nada más parecido a la libertad económica de las cosas que postulo. Solo necesitaba que la ciudad me ayudara a esa construcción, no un partido político. No me interesa quedar pegado con Unión por la Patria ni con La Cámpora, ni con cosas que no entiendo y no me importan. No me interesa la calumnia, la injuria o el barro político, solo quería trabajar por afuera de todo eso y necesitaba que la ciudad en su conjunto me dijera: Hernán, mirá, éste es el predio, armá tu sueño acá y Mercedes se hubiera beneficiado. Era bastante simple, e  intenté explicarlo así en el Concejo Deliberante.

¿La oposición fue general o particular?

Cuando fui al Concejo, antes de empezar, pregunté si había alguien en la sala que independientemente de lo que yo expusiera diría que no y salió una señora una concejal y dijo: ¡Yo!

Ahí me di cuenta de que no lo íbamos a poder hacer.  Si una persona dice ¡no! antes de escuchar las razones, además de tener un problema, impide cualquier  tipo de consenso y  yo no estoy, a esta edad, con ganas de perder el cuarenta por ciento de mi energía diaria desmintiendo falacias mentiras, calumnias y pelotudeces. Estoy  muy cómodo en la  decisión de hacer cosas que me gustan, sin que nadie me rompa los huevos.

El hecho de querer la mayoría absoluta en el Concejo era que la ciudad me acompañara y no tiene nada que ver con un fraude ni con lavado de dinero, esas boludeces que dijeron algunos Portales mercedinos, que además después pueden replicar portales, también de derecha, en la Provincia y en la Nación y es muy  difícil para mí que se ensucie todo lo que hice en los últimos 15 años.

Todo lo que hice y hago está generado en la confianza y que de repente desde mi  ciudad natal aparezcan informaciones que, por supuesto son falsas, pero a nivel nacional o  internacional nadie sabe que lo son hace muchísimo daño, no sólo en lo personal sino para los proyectos culturales que estamos haciendo y generaría mucha zozobra en un montón de gente que invierte en ellos.

Y, finalmente, no puedo levantarme a la mañana y estar todo el día desmintiendo pelotudeces.

¿El proyecto quedó totalmente descartado?

Más allá de la frustración inicial que me causa  no poder hacerlo, no creo que sea mi última bala  en Mercedes. Creo que puedo encontrar caminos alternativos para terminar haciendo la Universidad Narrativa. Tengo otros métodos para hacerlo, posiblemente no sean tan épicos y tan alucinantes como yo tenía previsto donde la ciudad entera fuera partícipe de  la gesta pero lo voy a hacer desde un lugar más personal, posiblemente desde otro ámbito.

Yo lo único que sé hoy es que no voy a trabajar del modo que tenía pensado en este proyecto que era de una forma comunitaria con la ciudad de Mercedes pero de todos modos el espíritu del proyecto sigue intacto y es el hacer un cambio de paradigma en la Universidad y creo, además, que es muy importante que la gente sepa que las personas que dicen que no porque sí, sin pensar un segundo, están en el Concejo Deliberante no solo en la calle.

Los que son minoría en un Concejo están muy acostumbrados a decir que no, a hacerse los  Che Guevara porque igual, después  se vota que sí. Entonces quedan, ante los suyos,  como los  líderes de la negativa pero las cosas se hacen. En este caso no, yo quería unanimidad y quiero que la gente de Mercedes sepa que la persona que dijo ¡NO! antes de escucharme se llama Silvia Di Leo; es necesario que lo sepan no por ella en particular, pobre, porque es un símbolo de otra cosa.   Hoy,  por esa negativa no se está haciendo algo absolutamente alucinante en Mercedes; hoy van a crecer los yuyos en ese lugar porque el estado no tiene dinero para hacer nada con ese predio y durante 10 años, 20 van a crecer los yuyos en ese lugar porque una persona dijo no, antes de escuchar.

Durante el transcurso de la nota se produjeron numerosas intervenciones de oyentes, solidarizándose con el proyecto y pidiendo a Casciari que revea su decisión, esto provocó la respuesta del escritor quien expresó:

“Realmente me frustra mucho y al mismo tiempo me dan mucho ánimo para seguir intentándolo porque no es que nos vamos a quedar de brazos cruzados pero por lo menos no va a ser tan rápido como yo creía y va a tener que hacerse de otra forma y voy a tener que buscar los fondos desde otro lugar, con otros métodos no del método más lindo de todos que era la comunidad, un pueblo entero queriendo algo y poniéndolo en práctica.

Yo tenía el sueño, incluso, de que todos los concejales de todos los partidos políticos hicieran un videíto diciendo: Yo estoy a favor de esto por esto y por esto y que estén todos porque ésa es la única manera que se mata al discurso del Odio, cuando todos están de acuerdo. Ahora si dos no lo están, el discurso del odio  crece, se hace más grande.

Era una oportunidad única porque cuando personas de diferentes  pensamientos o ideologías se unen para un fin común que tiene por eje fundamental proyectar la ciudad, si nos hubiéramos puesto todos de acuerdo y lo hubiéramos dicho públicamente hubiera sido  noticia nacional”.

Un sueño frustrado pero no terminado porque Hernán Casciari, que se presentará con su madre en el Teatro Argentino, el próximo 22 de junio, es alguien que sabe soñar y tiene el raro don de hacer realidad sus sueños.

 

Versión completa

La nota fue publicada con la autorización de la periodista Susana Spano, y –obviamente- extractada.  Quienes deseen escucharla completa pueden entrar a la siguiente dirección: https://www.youtube.com/watch?v=9MdU0vXDLt4

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