El escribano Mariano Castelucci fue designado por los próximos seis meses • El anterior titular renunció y despidió e indemnizó a todos los trabajadores • Mantendrían la continuidad mientras dure la intervención.
El martes último la totalidad de los trabajadores del Registro del Automotor y motocicletas 2 de Mercedes fueron notificados de la cesantía a su empleo desde el 31 de julio. Para ese entonces no era ningún secreto que Manuel Ocampo Massa, un vecino de la localidad de Bella Vista que desde mediados de los 90 era el titular del registro, había renunciado.
Alegando que existían razones de fuerza mayor ajenas y no imputables a su persona que habían desfinanciado el sistema registral y que los cambios introducidos por el Poder Ejecutivo generaron la imposibilidad concreta y objetiva de continuar con la actividad; despidió a todos los trabajadores.
El intento era –claramente- abonar el 50% de la indemnización, pero todo indica que finalmente habría acordado con todos los trabajadores. Y que en breve se suscribiría un acuerdo en la sede del Ministerio de Trabajo, Delegación Mercedes, donde se compensaría con todo lo que corresponde a los mismos. Además por lo pronto –y mientras dura la intervención- los trabajadores continuarían trabajando aunque no se les reconocería la antigüedad.
Ya la semana anterior se había instalado el rumor de la renuncia de Massa; algo extremadamente poco habitual. Ningún memorioso recuerda cuando se produjo la última renuncia a un Registro y es que hace dos décadas al menos que es un excelente negocio. Los conocedores del rubro aseguran que desde hace un tiempo decayó la rentabilidad como consecuencia de la mayor cantidad de tareas que le adjudicaron a los registros. A ello se le suma el hecho concreto que el gobierno nacional los quiere -directamente- hacer desaparecer.
A principios de este año trascendió un informe del secretario de justicia según el cual se intervendría la totalidad de los Registros del país. Luego se mencionó que solo algunos sería intervenidos, pero Mercedes no figuraba en los planes de nadie.
Los dos registros no han tenido conflictos y están en cabeza de las mismas personas hace décadas.
En Argentina existen 1.557 registros de la propiedad automotor para un mercado que mensualmente realiza unas 180.000 transferencias o inscripciones entre automóviles, motocicletas y transporte pesado, incluyendo maquinaria agrícola. En 2022 hubo 407.532 operaciones de 0km, 1.589.000 de usados, 410.955 de motos nuevas y 401.562 de motos usadas.
Así, el sector suma 2.809.049 trámites, un promedio de 150 por mes por cada oficina. Claro que hay registros con mucho mayor volumen por su ubicación y jurisdicción.
El sistema registral depende de la Dirección Nacional de Registro Automotor (DNRPA) y funciona en la órbita del Ministerio de Justicia. Desde hace tiempo es cuestionado no sólo por ser parte de un sistema burocrático, poco eficiente, costoso y muy complejo, sino también porque se lo sindica como una caja política, ya que una parte de las asignaciones están relacionadas con exfuncionarios, o familiares directos o indirectos. Se insiste que Mercedes no ingresa dentro de esa lógica.
Intervención
Cuando Massa presentó la renuncia, los funcionarios del Ministerio de Justicia que estaban tan prestos a intervenir no sabían bien qué hacer. Porque una cosa es intervenir un Registro en funcionamiento y otra muy distinta es qué hacer con un registro vacante. Fue así como salieron a buscar distintas alternativas y una de ellos fue golpear la puerta del escribano Mariano Castelucci quien es titular de un registro en Mercedes: el de maquinarias agrícolas. Dicho registro lo poseía ya el titular de la escribanía donde comenzó como adscripto Castelucci, el de Huarte. Con los registros pasa –paradójicamente- algo parecido a las escribanías. Es muy poco usual que una escribanía quede vacante. Antes que ello suceda el titular de la escribanía adscribió a algún familiar y/o amigo que continuará con la tradición.
En el caso de Massa –el titular del registro 2- decidió que nadie continúe con la tradición y decidió ponerle fin a la actividad. Y sorprendió a todos los funcionarios que debieron rápidamente tomar decisiones en torno al Registro seccional.
Según trascendió, el plan Castelucci no fue el primero. Más bien fue casi el único. Y por mucho que les cueste creer a muchos, nada tuvo que ver la política.
Por lo pronto durante los próximos seis meses Castelucci estará al frente del Registro Seccional. Luego será decisión del Ministerio de Justicia si se adjudica definitivamente o desaparece y se fusiona.
Promesa de campaña
Dentro de los ejes de su campaña electoral, La Libertad Avanza puso el foco en los registros automotores al cuestionar el modo de nombramiento de sus titulares incluyéndolos dentro de los privilegios de “la casta política”. En reiteradas oportunidades, Javier Milei dijo que los cerraría y anularía el impuesto de sellos y los aranceles de patentamientos y transferencias de vehículos.
Lo concreto es que –sean quienes sean los beneficiarios- los registros encarecen aproximadamente un 6% el valor de un vehículo.
En principio hay que saber que si un auto es de origen nacional paga el 1,5% de arancel de transferencia, y si es importado paga 2%. Por auto importado se entiende todo auto no fabricado en Argentina, es decir que los que provienen de Brasil, aunque sean Mercosur y entren con arancel de importación 0%, pagarán lo mismo que un auto proveniente de Alemania, Japón o Estados Unidos para poder ser transferidos. También hay una distinción entre CABA y el resto del país, mientas en la ciudad de Buenos Aires se paga el 3% de impuesto de sellos, en el interior se paga Ingresos Brutos que es equivalente al 4% del valor del vehículo.
El otro gran cuestionamiento que se hace sobre el funcionamiento del sistema de registraciones de vehículos en Argentina, es la complejidad asociada a la cantidad de formularios, ya que cada uno de ellos requiere presencialidad, incluso para la firma del 08, el formulario de transferencia, que aunque es digital, eso es sólo para adelantar el trámite y precargar los datos de vendedor y comprador, pero que se debe firmar en forma manual.
“En Argentina hay que pasar por 6 ventanillas para hacer los trámites. En Chile y Perú es sólo una y en México son 2. En Estados Unidos es también una sola, pero a la que se concurre después de haber hecho toda la operación entre vendedor y comprador, quienes no tienen siquiera que ir juntos porque uno va a retirar el título y otro a entregar un formulario en el que dice que ese auto ya no es de su propiedad desde la fecha que lo entregó y firmó los papeles de venta”, explicó un experto del mercado de autos usados en Argentina.
El sistema norteamericano, además, aporta un modelo distinto también desde lo conceptual. La matrícula o patente es del conductor y al vender el automóvil, este se entrega sin esa identificación legal, de modo tal que el comprador tiene que colocar sus placas y si no las poseyera, es un gasto que tendrá que hacer por única vez al comprar su primer vehículo. Así, las multas o deudas no son del automóvil sino del dueño, entonces no es necesario pedir libre deudas como ocurre en Argentina.