Es un reconocido y respetado fiscal • Pero siempre cultivó su veta artística • De cara a los últimos meses de su carrera judicial, dejó en claro que continuará cultivando su amor por el arte.
Guillermo Lennard es fiscal de juicio. Respetado y reconocido por sus pares. Pero desde hace varios años comenzó a dedicarle más tiempo a su otra pasión: el arte. En poco tiempo ha presentado varias obras en Buenos Aires. Actuó en musicales de Ángel Mahler y otros espectáculos de la mano de su amiga, Marisol Otero.
Desde que tiene 5 años de edad comenzó a cantar en nuestra ciudad. En principio le gustaba el arte desde niño. Y luego se dedicó a la abogacía. “El arte viene desde muy chiquito. Mi viejo –Eric Lennard- quería que seamos todos abogados” cuenta haciendo referencia al mandato familiar que cumplió con creces.
“La iglesia San Patricio es el reducto de irlandeses que vinieron acá” dice Guillermo haciendo mención a sus orígenes paternos y recordando que su madre era María del Carmen Salcedo. “Guillo” iba a la Escuela Normal y desde allí, con Liliana González hizo su primer dúo vocal que ha exhibido su arte en algunos lugares. Terminó el colegio y enseguida contrajo matrimonio con Gabriela. Estudió abogacía en la UBA y tuvo 4 hijos. Se recibió, ingresó al poder judicial y gracias a su talento comenzó a crecer hasta llegar a ser fiscal.
Si bien el estudio y su función le arrebatan tiempo nunca abandonó el arte. Formó un dúo con Amarilis Díaz, con quien tocaba en el Hotel Mercedes. Fernando López Courtade y su compañera, Gabriela lo acompañaron en “Tricanto”. Posteriormente, tocó en Prana, con Alcides de Mársico y otros y una prima de Raúl Porchetto. Estuvo en Vocal Mercedes, con quienes llegaron a tocar en el 2001 en Cosquín. El año 2002 significó un parate en su vida artística y se dedicó a trabajar de la abogacía.
Luego de 10 años de haber estado frenado artísticamente, conoció a una artista célebre en el rubro de los musicales: Marisol Otero. Ella lo convocó para tomar clases de canto con ella y formar parte de su escuela. “Entablé una hermosa relación de amistad con ella. Y me convenció para que volviera, luego de haber dejado todo”, confesó Guillo. Ese año volvió con canto, piano, actuación y el teatro musical.
“Me considero un tipo absolutamente sensible”, reveló. De la mano de Marisol Otero, realizó musicales como “Los Locos Adams”, “La Novicia Rebelde”, en un teatro de Buenos Aires, ubicado en Montevideo y Córdoba, llamado “Ludé”. Grabó coros para Patricia Sosa. “Nos cambiamos juntos en los camarines”, dijo y se rió.
“Si estas conectado con el arte, siempre se te abren puertas”, dijo el fiscal mercedino que se jubilará en mayo del año que viene.
Los proyectos de Guillo se van presentando a medida que se va presentando a castings. “Me encantaría actuar en Nueva York con los musicales“, dice como marcando un objetivo.
- ¿Qué significa el arte para vos?
- Es el modo de transmitir o recibir los sentimientos volcados en una obra, ya sea musical, escrita, pictórica. Es la manera de concretar esa transmisión.