Por Susana Spano
El sábado 16 de noviembre el Teatro Talía presentó su Taller Anual de Teatro. Digno corolario de un año de trabajo que, a través de cinco obras cortas, mostró el talento de sus alumnos, dirigidos por Stella Siri y Jorge Naipauer.
El programa estuvo conformado por cuatro obras dirigidas por Stella Siri.
Obra 1: escena de “La Edad de las Ciruelas”
Pelusa Ibáñez, aparece en escena en una actitud amable y soñadora, evocando memorias lejanas. Mercedes Barandiarán, como contrapartida, mostró un personaje sólido matizado por parlamentos punzantes e irónicos que, en un crescendo dramático, develará un secreto celosamente guardado por años.
Obra 2: “Manicomio”
Una escena enmarcada por música chispeante y movediza da paso a Liliana Hernández, la diligente empleada de una agencia de viajes a quien sorprende Patricia Nicodemo, indignada pasajera que reclama por la pérdida de su vuelo.
A partir de esta situación, disparatada e hilarante, las actrices interactúan en un desopilante contrapunto que tendrá un sorpresivo final, cerrando este paso de comedia de manera brillante.
Obra 3: “Estatuas”
En esta acción aparece una pareja que ocupa el espacio de una plaza donde trabajan como estatuas. A través de su diálogo descubrimos un matrimonio que atraviesa una crisis de pareja, insalvable.
Graciela Solimandi mostró gran ductilidad al encarnar este difícil papel; su acting corporal y la gestualidad con que vistió al personaje resultaron encantadoras.
Su pareja, Héctor Safdie fue convincente y expresivo en su rol y ambos fueron premiados por el aplauso entusiasta del público.
Obra 4.- “Y… se nos fue redepente”
Este fragmento del inolvidable clásico de humor negro escrito por Niní Marshall, pone en escena uno de sus personajes más queridos: “Catita”, cuando llega al velorio de Don Pascual para darle el pésame a su viuda, doña Electra – Alicia Jurado –
Graciela Madrigal compuso con autoridad un personaje rico en matices. Supo transmitir con eficacia los distintos momentos de la acción y vistió, a la inefable “Catita”, con el ropaje grotesco que ella requiere, llevándola a su más alto nivel expresivo.
El último cuadro de la noche fue dirigido por Jorge Naipauer
Obra 5.- “Hasta la Muerte”
La acción refleja una serie de equívocos y desencuentros que cruzan a los personajes centrales, matizado con trazos de humor punzante que surcan la escena.
Estela Padula fue convincente en su papel y la confrontación con su marido – Guillermo Coletta – expresivo y contundente, revela la relación traumática de ambos.
Un párrafo aparte merece la actuación de Silvana Martín, una inefable mucama, que con sus divertidas acciones libera la tensión dramática.
Correctas las actuaciones de Juan Cruz Martín y Nancy Ciovini.
En síntesis, este espectáculo de gran nivel mostró la adecuada selección de textos que permitieron el lucimiento de los noveles actores.
La dirección y puesta en escena de sus maestros fue equilibrada y demostró que, a través de estos nuevos valores, el teatro mercedino sigue su derrotero de excelencia.