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jueves, febrero 6, 2025
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“Cocinar es un acto de amor”

Lucía Marconi es una emprendedora mercedina que ha pasado por varios rubros • Habló acerca de sus proyectos, entre los cuales, sueña con tener un local propio para la cocina saludable.

 

Lucía Marconi lleva a cabo un emprendimiento de arte culinario que consiste en preparar comida saludable, con ingredientes integrales.

Fue una de las tantas pioneras en esta forma de cocina que hoy se palpita en varios lugares de nuestra ciudad y de diferentes formas como la comida vegana, vegetariana y la posibilidad de ingerir alimentos que no tengan contenido industrial y que en algunos casos han generado grandes problemas de salud en la población mundial.

En una tarde de mucho calor, se acercó hasta un café del centro mercedino y contó sobre cómo empezó a pensar en una cocina más saludable para su familia, más la posibilidad de transformarlo en un sustento económico.

Trabajó para la firma “Personal” durante cinco años. Cuando nació su hijo, Benjamín, no quería darle una madre que estuviera ausente de la casa por motivos laborales.

“Era una madre estresada que estaba 24/7 afuera porque tenía horario de comercio. Cuando nació Benja presenté la renuncia”, contó.

Benjamín es su único hijo y nació cuando ella tenía 25 años. Fue una madre joven que luchó por mantener a su familia con la ayuda de sus padres.

Siempre fue emprendedora: vendió velas en ferias y aprendió a coser con la ayuda de su padre, Eduardo Marconi, un tapicero reconocido de nuestra ciudad. Fue así como Lucía empezó a hacer billeteras, carteras y mercaderías que vendía en una feria. Una de las ferias por donde pasó fue la de “El Cruce del Arte”, cuando estaba ubicado en la Avenida 40.

La hermana de Lucía, Marisa, arrancó con la idea de la cocina saludable y también de la costura. Lamentablemente, hoy ya no está entre nosotros.

“Me motiva la venta. Me gusta mucho vender”, reveló y agregó: “Empezó siendo un hobbie. Buscaba por internet cómo se hacía. Prueba y error. Daba de probar a mis familiares y amigos. Y me decían que me ponga a vender”.

Comenzó a tener una gran demanda e invirtió el dinero que ganaba en comprar hornos industriales, batidoras y todo el capital para llevar a cabo un emprendimiento que, con mucho esfuerzo, está realizando como un sueño.

– ¿Cómo definís lo que sentís por este tipo de cocina?

– Es una pasión. Amo cocinar. Cocinar es un acto de amor.

– ¿Qué proyectos tenés este año respecto de esta actividad?

– Mi sueño es poder tener un espacio de comida saludable. Abrir mi propio local.

Lucía Marconi, como tantas mujeres mercedinas, es una emprendedora apasionada que, no sólo ama el arte culinario, sino la música.

Se levanta muy temprano a cocinar, más en estos días de calor, donde los hornos levantan altas temperaturas, escuchando música siempre.

Su pasión por el cantautor Joaquín Sabina llevaron a Lucía a pinchar su piel con un tatuaje que dice: “Esta boca es mía”, un disco del español.

Su hijo, Benjamín, forma parte de este proyecto que ya lo hizo realidad. En las redes sociales se puede apreciar a ambos actuando para darle forma a un proyecto que crece.

Su emprendimiento se llama “Lima Limón”, un nombre que le salió de la nada. “Me gusta cómo suena”, reveló. Y tiene una frase de cabecera muy elevada para la revolución humana: “El cambio real empieza por dentro”.

“Porque la revolución tenía un talón de Aquiles al portador y flotando entre las ruinas enviudó una golondrina en mi balcón”, cantó Joaquín Sabina en “Leningrado”. Y “Si el tiempo vuela, es que se le puede enjaular”, dijo en “Lo Niego Todo”. Y Lucía es eso. Y mucho más.

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