El evento reunió a más de 120 patinadores, quienes brillaron en la pista ante una multitud cautivada • Verónica Martínez, Dora Florido y Patricia aportaron un vestuario sublime, elevando el espectáculo a nuevas alturas.
El sábado 7 de diciembre, la Escuela de Patín Infinito, dirigida por Candela y Sofía Bruschi, celebró el cierre del año con una fiesta deslumbrante que reunió a más de 120 patinadores, quienes brillaron en la pista ante una multitud cautivada. Verónica Martínez, Dora Florido y Patricia aportaron un vestuario sublime, elevando el espectáculo a nuevas alturas.
Con la representación de “Aladin”, los patinadores presentaron 34 coreografías únicas que los consagraron como las verdaderas estrellas de la noche. El patinador mundialista Edgar Waterbor sumó su talento al evento, dejando una impresión imborrable en los espectadores.
Al final del espectáculo, cada patinador recibió un presente de sus entrenadoras como reconocimiento a su dedicación. A su vez, los patinadores expresaron su gratitud a sus técnicas con obsequios y conmovedoras palabras.
Candela y Sofía también extendieron su agradecimiento a Lila Eventos y Tuti Diseño, encargados de la majestuosa decoración; a Juan Figueredo por su impecable iluminación y sonido; a Claudio Bustos y su equipo por garantizar la seguridad del evento; a Analia Cáceres por su excelente locución; y a Verónica Vasallo y Lucía directivos del Colegio San Antonio de Padua.
El reconocimiento también se dirigió a Facundo Guiñazú y equipo, encargados de capturar cada mágico momento. Candela y Sofía agradecieron a la familia Bruschi Viñales, a Lidia Arguelles, Franco Bruschi, Manuela Gioia, Camila Giraudo y Delfina Florido , Ángela Goicochea, Ramiro Bustamante, Valentina Rodríguez, Francisco Uncal, Valentina Figueredo y Martina Palacios, por su colaboración en la organización, así como a todas las familias de patinadores que confían en la Escuela Infinito. Los patinadores, protagonistas indiscutibles de la noche, fueron ovacionados por su destacada actuación, cerrando así un año colmado de logros y emociones.
El poderoso mensaje transmitido por las profesoras Candela y Sofía durante el show resonó entre todos los presentes: “El verdadero valor de una persona no reside en su riqueza, poder o apariencia, sino en su corazón y sus acciones. Aprender que ser auténtico, actuar con valentía y priorizar la honestidad son cualidades más poderosas que cualquier deseo mágico. “Aladin” nos demuestra que el amor verdadero no se basa en mentiras o disfraces, sino en aceptar y valorar a alguien por lo que realmente es. También nos enseña que la bondad y la integridad siempre prevalecen sobre la codicia y el engaño.”
