Por Damián Anito
Posteriormente a las elecciones, el municipio procedió a ejecutar un fuerte operativo contra las anormalidades existentes a los motociclistas, quien no cumpla con la reglamentación correspondiente para transitar en el distrito, sea multado o en su defecto secuestrar el vehículo. Ejemplo de ello, permiso de conducir, papeles del ciclomotor, seguro al día, luces (en general), casco homologado con visor en buen estado, entre otras.
No obstante, presente un reclamo a los medios de comunicación exigiendo al ejecutivo local que implementara más autoridad a la seguridad vial, por medio de picadas, wheelie o ruidos molestos con el escape como sucede en la avenida 42, multas severas, secuestro, operativos diurnos y nocturnos.
Analizando la cuestión, tengo dos miradas al respecto. La primera que me parece excelente que se tome control, es lo que necesita nuestra ciudad, no sólo por la imprudencia al manejo recreativo, sino por la responsabilidad que debemos tener cada conductor (reglamentación detallada al comienzo), no podemos circular como queramos sin documentación, velocidades inadecuadas e incluso generar contaminación sonora. Además, a priori se ha visto adultos saliendo de las escuelas entre tres a cinco en una moto, sabiendo que el máximo es de dos personas, arriesgando no sólo la vida de los padres sino de sus hijos, así también los usuarios sin casco.
Por otra parte, seguimos con anormalidades, el caso del egreso de las escuelas, los inspectores de transito ignoran este hecho que preocupa al vecino, varios expresan lo siguiente: “me frenan a mí, pero pasa un padre con 4 arriba y no le dicen nada”, “si sos conocido no te frenan, pero a un trabajador sí”, “te exigen, pero aun permiten las picadas”. Estas inquietudes emergen emociones negativas al operativo, ya que entienden que no cumplen con todos sino con algunos, dicho de otro modo, quien pudiera pagar la multa.
Estoy cien por ciento de acuerdo con la exigencia, el control y la mano dura, pero bien ejercida, nadie merece tener privilegios ya sea por conocido, trabajador, estatus o cualquier otra categoría existente, todos debemos cumplir con normativa vigente, no está hecha para mal sino para bien, para que la misma se respete se debe tomar carácter imparcial. A posteriori, también se han visto militantes y funcionarios sin casco generando más malestar al mercedino.
En mi función, no estoy de ningún lado, al contrario, lo justo para ambas partes. Mi critica es sólo el modus operandi que realiza el municipio, pero no estoy en contra que se continúe estas medidas, sólo que no sea siempre a fin de año, que los operativos estén en todo el año. El 5 de abril del pasado año sufrí un accidente en la calle 31 esquina 12, donde me envistió una Yamaha YBR, los muchachos iban sin caco, sin seguro, sin permiso y para completar moto prestada, al caer post impacto me salvo lo que todos critican, el casco además de tener todo lo que exige, sólo tuve lesiones leves. Por ello entiendo al vecino, muchos son trabajadores, pero debemos cumplir con lo que se exige, no es correcto anunciar en qué lugar se está parando para evitar los controles, si estas en reglas no debes temer, y si aplican abuso de autoridad se debe realizar la denuncia conveniente.
Por último se estigma que es una venganza del intendente Juan Ustarroz por los resultados en las elecciones nacionales pasadas. Que, esta conjetura parece tener un poco de veracidad, pero no corroborada en sí. Caso de ser afirmativa, debe mejor plantearse porque su fuerza perdió y no usar el estado como herramienta vengativa al pueblo. Pero sólo son conjeturas.
