El Juzgado Civil y Comercial N°7 de Mercedes decretó la quiebra de la histórica empresa láctea, con más de 70 años de trayectoria. La medida incluye la liquidación de su patrimonio y la clausura de la planta en Suipacha.
La crisis que atravesaba la tradicional empresa láctea La Suipachense llegó a su desenlace judicial. El Juzgado Civil y Comercial N°7 de Mercedes declaró la quiebra de Lácteos Conosur S.A., razón social de la firma, y dispuso la liquidación de su patrimonio, la clausura de la planta industrial de Suipacha y la inhabilitación de su administrador, el empresario venezolano Jorge Luis Borges León.
La resolución implica que los 140 trabajadores de la planta quedarán sin empleo, tras más de tres meses de paralización de actividades y un conflicto gremial que había derivado en despidos y protestas en las calles de Suipacha y Chivilcoy. El fallo también ordenó la incautación de documentación y la entrega inmediata de llaves y accesos digitales a la sindicatura.
La situación de La Suipachense se suma a la reciente quiebra de Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA), proveedora de SanCor, que cerró sus instalaciones en Lincoln y Córdoba dejando a 380 empleados sin trabajo. Ambos casos reflejan la delicada coyuntura que atraviesa el sector lácteo, con empresas de larga trayectoria que no logran sostener su producción ni responder a las demandas de sus trabajadores y acreedores.
El pedido de quiebra de La Suipachense había sido presentado el 27 de octubre por el abogado Julián Coronel, vinculado al gremio Atilra y representante de Watt’s, una de las firmas acreedoras. Para entonces, la planta llevaba tres meses sin actividad y los empleados mantenían un campamento en las puertas del establecimiento, reclamando una definición.
La sentencia judicial concluyó que la “inhabilitación de la empresa fallida es definitiva”, cerrando así un capítulo de más de siete décadas de historia productiva en la región.


