Delfina Canessa tiene 25 años y es una de las fundadoras de “Señorita Miel” • La banda ya tiene 5 canciones en plataformas digitales • Varias fechas por venir y un futuro que promete destruir viejas estructuras.
(Por Agustín Castro) Delfina Canessa es la voz cantante de “Señorita Miel”. Tocaron el sábado pasado como teloneras de Rally Barrionuevo en un nuevo Festival Mestiza, una iniciativa de Santi Suárez que está haciendo furor año a año.
Delfina confesó que no tenía ningún apodo. Nació el 17 de noviembre de 2002 en la ciudad de Mercedes. Hija de Marina Cabral y de José Ignacio Canessa y tiene un hermano: Simón. Hizo la Escuela Primaria en el Colegio San Antonio, desde el jardín de infantes hasta 4° año. Terminó el tramo secundario en la Escuela N° 9 “René Favaloro”. Cuando terminó sus estudios no quiso saber nada con estudiar una carrera universitaria. Pero si recuerda que desde muy niña le gustaba cantar.
“La música me hacía sentir cosas”, confesó. Delfina escuchaba una canción y se emocionaba. “Un día estaba cantando una canción, ´La Catalina´ y me di cuenta que me encantaba hacer eso y que tenía ganas de que alguien me enseñe a hacerlo”, dijo.
A los 8 años de edad, quiso empezar con una profesora de canto. Sus padres apoyaron semejante pasión por la música. Pero había un tema: la edad. Los profesores de canto daban clases a los niños a partir de los 9 años. Era por una cuestión de preservar las cuerdas vocales de los infantes. Entonces esperó a tener 9 años y arrancó con Julieta Umezawa. “Juli era una grosa total. Con ella aprendí muchísimo. Las clases eran espectaculares. Me ha llevado a cantar a Buenos Aires cuando tenía 10 años. Me llevaba al estudio de grabación a grabar canciones. Con ella aprendí lo que es ir a un estudio a grabar y todo lo que es técnica vocal e interpretación. Juli fue una gran impulsora de eso”, reconoció.
A los 12 años, Delfina empezó a incursionar la guitarra. Tenía una tía que le enseñaba. Le pasó cuatro o cinco acordes y la sumergió en el rock nacional. “Ella me tiró esos datos y después arranqué yo sola de manera autodidacta a tocar la guitarra”, expresó la cantante.
Luego de haber aprendido canto con Julieta Umezawa y de haber participado en varias muestras de canto, una amiga suya, con quien hoy comparte la banda “Señorita Miel” -Iara Robledo- le dijo que estaba armando una banda. Allí empezó a tomar el formato la idea de hacer música y cantar. Estaba el mítico músico mercedino, Enzo Vivas en la idea pero esa banda no se logró consumar.
Meses más tarde, le propusieron estar en una banda de intérpretes que se llamaba “La Guitarra de Giussepe”. “Yo tenía 13 o 14 años cuando arrancamos. Y ahí supe lo que era tener una banda. Empezamos a tocar en vivo por Mercedes”, recordó Delfina.
En el año 2018, “La Guitarra de Giussepe” dejó de sonar. Pero Delfina no se quedó. Salió a tocar con Iara Robledo o sola con la guitarra, siguiendo siempre su pasión por la música. “Un día me pudrí de tocar sola y le dije a Iara que busquemos gente para armar una banda. Y entre idas y vueltas armamos ´Señorita Miel´ que es la banda que tenemos hasta el día de hoy. Y es mi proyecto principal al que le pongo todo mi amor y mi energía”.
“Señorita Miel” es una banda de mujeres que se armó con temas propios y ajenos. Ya han conquistado los escenarios mercedinos y aledaños como un grupo revelación por su gran ejecución en los instrumentos y en la voz de Delfina.
De cara a este año, van a sacar un disco. “Estamos muy contentas con este proyecto. Hace poco salió un tema que es el corte difusión del disco que se llama ´Dr. Jekyll´ que se puede escuchar en todas las plataformas. Y en mayo o junio va a salir el disco completo. Y hacemos la presentación oficial en Julio”, definió.
La banda ya está sonando en Spotify con canciones como Dr. Jekyll, Monedas, Encuentro Violento, Luna de Nylon y No Puedo Resistir. Las violas eléctricas que desean “una guitarra eléctrica” en Monedas y desean “hacer mierda todo este sistema”.
Delfina Canessa es la voz cantante de “Señorita Miel”. La música es un Dios para ella. Es la creencia que tiene. Es el Papa. Ni argentino, ni peruano, ni yanqui. “Dios es música”, cantó Cordera. Y Delfina lo entendió. “Para mí la música funciona como oxígeno. Y no me puedo imaginar una vida sin eso. No me puedo imaginar otra cosa en mi vida que no sea cantando o tocando. Componiendo o arriba de un escenario. Es de las cosas más importantes que tengo en esta vida. Es un cable a tierra, un conector que se compone con personas hermosas. Una manera de viajar. Conocer lugares. Un dios y una llave”.
Delfina Canessa es otra de las cantantes mercedinas que la pelea desde abajo. Y es otra mujer luchadora que milita por sus derechos. Es parte de la Asamblea de Mujeres Mercedinas y una joven comprometida con la realidad social.


