La solicitud proponía que Rebottaro cumpliera su detención en una vivienda de Cortínez, pero el magistrado consideró que la gravedad del hecho, el riesgo de fuga —el imputado estuvo prófugo durante más de dos meses— y la expectativa de una pena elevada en caso de condena, tornaban inviable el beneficio.
El juez de Garantías N° 3 de Mercedes, Patricio Guillermo Arrieta, resolvió rechazar el pedido de prisión domiciliaria presentado por la defensa de Néstor Oscar Rebottaro, uno de los cinco detenidos por el brutal linchamiento de Jeremías Sosa, ocurrido el pasado 22 de febrero en la localidad de Olivera, partido de Luján.
La solicitud proponía que Rebottaro cumpliera su detención en una vivienda de Cortínez, pero el magistrado consideró que la gravedad del hecho, el riesgo de fuga —el imputado estuvo prófugo durante más de dos meses— y la expectativa de una pena elevada en caso de condena, tornaban inviable el beneficio. La fiscal María Laura Cordiviola, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N° 10, también se opuso al pedido, argumentando que no se habían incorporado elementos nuevos que justificaran la medida.
Un caso que conmocionó a la comunidad
Jeremías Sosa, de 31 años, fue atacado por un grupo de vecinos que lo confundieron con un ladrón mientras corría por la vía pública, presuntamente tras sufrir un ataque de pánico. El hecho ocurrió en la intersección de las calles Juan XXIII y Remedios de Escalada, en Olivera. La víctima fue golpeada, maniatada y retenida hasta la llegada de la policía, que constató su fallecimiento en el lugar. La autopsia reveló que murió por un shock neurogénico producto de un traumatismo craneal grave.
Desde el inicio de la investigación, la familia de Sosa negó cualquier vínculo con hechos delictivos. Su pareja, Carolina Sotelo, explicó que el joven padecía ataques de pánico y que el día del hecho había salido a tomar aire tras sentirse mal. “No había ninguna denuncia que lo vinculara con robos”, confirmaron fuentes judiciales.
Rebottaro, quinto detenido y acusado de alevosía
Rebottaro fue capturado el 10 de junio en una cabaña de la isla “La Botija”, en el delta de Zárate, donde se ocultaba desde marzo. Según la investigación, durante el ataque propinó dos golpes en el rostro a Sosa mientras este se encontraba indefenso en el suelo, lo que llevó a la Fiscalía a imputarlo como coautor penalmente responsable de “homicidio agravado por alevosía”.
El juez Arrieta ya había dictado prisión preventiva para Rebottaro el 19 de julio, sumándolo a la lista de imputados que permanecen detenidos por el caso: Lucas González Bonomo, Gustavo Rocha, Alex Iñiguez y Franco Gutiérrez. Todos enfrentan cargos graves por su presunta participación en el crimen.


