Por Damián Anito
Luego de ver los resultados del día domingo, Mercedes se tiñe de otro color. Es evidente que la estrategia del gobernador, Axel Kicillof, tuvo buenos resultados al desdoblar la elección separandola de la nacional.
Mas allá lo que se estigma que el kirchnerismo pudo tener ventaja por fraude, tanto en el cuarto oscuro como en el escrutinio o no, fue una jugada excepcional para poder tener los resultados obtenidos el 7 de septiembre. Unir la elección nacional y provincial en una sola fecha provoca que arrastre a todos los que conformen la boleta sábana horizontal. Los electores, en su mayoría, no corta tantas boletas como sucedió en anteriores comicios, a posteriori el oficialismo provincial cumplió su expectativa.
Por ello no es de extrañarse que el 26 de octubre hubo una gran diferencia en los valores, si se conservaba la anterior modalidad, La Libertad Avanza tendría más ventaja.
Entendiendo esto, se explica que paso en Mercedes, el kirchnerismo siempre tuvo derrotas magistrales en las elecciones legislativas (separando de las victorias de Selva). Desde el 2013 hasta hoy sus derrotas fueron entre un 15 a 20% de diferencia de la oposición que los enfrentaba (Frente Renovador, Cambiemos). Antes su color era amarillo, hoy violeta.
Mas allá de estos datos históricos de nuestro distrito, la victoria de la lista violeta es un descontento y temor que el kirchnerismo pueda retornar al poder en 2027 – entendemos que estas elecciones fueron legislativas y su función es solo la sanción de leyes – es un aviso democrático que el electorado no quiere que regresen, observando a priori los resultados de otras fuerzas no polarizadas.
Es un golpe muy duro para Fuerza Patria, los obliga a replantearse posibles errores a pulir.
La BUP (Boleta Única de Papel), por ejemplo, fue lo que facilito al gobierno su éxito democrático. La rapidez, sencillez y transparencia al momento de votar y en el cuento de votos provocó miradas positivas a esta nueva modalidad para que no haya trampas de por medio. Se podría decir que fue unas de las causas que llevó a La Libertad Avanza ganar.
Ahora bien, analizar los resultados con una posible victoria ejecutiva en 2027 puede pecar con la “falacia de la afirmación del consecuente”. El macrismo gano por 48% en 2017 y el efecto en 2019 provoco que Mauricio Macri perdiera contra Fernández. Hay que tomar los datos con sumo cuidado, no hay que estipular nada porque solo faltan 2 años para la próxima elección. Se aconseja a cada fuerza trabajar en la función que le corresponde a cada uno y al llegar el momento de competir por el ejecutivo (local, provincial, nacional). Los números pueden cambiar y el voto bronco sigue aún en pie. Ahora queda sólo esperar, observar y evaluar el panorama político de aquí en adelante.


