Centenares de vecinos criticaron la decisión de realizar un recital de esta naturaleza • Los cuestionamientos en torno a la falta de baños químicos son solo una muestra de cuestiones a atender.
El evento de La Renga generó malestar entre muchos vecinos. No se puede cuantificar cuántos son los que están a favor, y cuantos en contra. Lo cierto es que existió días antes, el sábado y ayer domingo centenares de comentarios en las redes cuestionando la decisión de realizar el recital en Mercedes. Casi todos los cañones apuntaban al intendente Juan Ustarroz.
“Repudio total a todos los que organizaron este evento. Falta de control policial, gente acampando, orinando, comiendo, fumando y tomando alcohol frente a nuestras casas. Fui a colaborar a la parroquia porque se puso un puesto, y gente borracha nos han insultado gratuitamente. Tomaron nuestro cinerario, dónde descansan nuestros seres queridos y lo usaron como letrina. El sacerdote tuvo que suspender la misa por el descontrol total que hay. En este momento me encuentro encerrado en mi casa como la mayoría de los vecinos de este barrio por el terror a ser violentados por la cantidad de gente que hay. Pensar que hoy han incrementado sus arcas gracias a este evento sin importar los derechos humanos. DESCONFORMIDAD TOTAL”, escribió José Dova en Facebook y tuvo centenares de comentarios adhiriendo a su postura.
Y es que –efectivamente- para los vecinos circundantes al Parque Municipal y los que habitan a lo largo de la 29 y el acceso Héroes de Malvinas, fue un calvario esa jornada. Y si bien es cierto que el mismo domingo a la mañana los trabajadores comenzaron a limpiar sobre esa zona, la avenida 40 (sobre todo en la zona entre la avenida 1 y la ruta 41) quedó invadida de botellas, vasos, etcétera.
Sin perjuicio de ese claro malestar de un colaborador de la iglesia San José el cura párroco ayer a un medio periodístico dejó sentado su posición: “Nadie está en contra del recital, ni que se realicen estos eventos, nos guste o no, está bien que se hagan. Pero si, queremos que se tengan en cuenta tres cuestiones si es que se vuelve a hacer algo similar. La suciedad que quedó, se limpia y listo, es normal, ningún problema”.
Y cuestionó que a la Productora por no prever los baños químicos en torno a la plaza “Ni uno”, dijo y contó que gente hizo necesidades en “el cinerario, que es un cementerio. Buscamos un candado y cadena para bloquear y que la gente no pueda pasar. Gente que tiene familiares en el lugar, se indignó. Entiendo también, que se ignora que ese lugar es un cementerio. Cuando le pedimos, y les hicimos saber que ese lugar era realmente un cementerio, sacaron sus banderas, entendiendo la situación”
“El segundo error, fue que a la gente de tránsito se les escapó la tortuga. En calle 27 está la cárcel, y por seguridad, no se puede estacionar. Ya a las 9 de la mañana comenzaba el caos. La gente llegaba en sus automóviles por calle 50 y no podían doblar por 27. Llamé preguntando por qué no cortaban en 23 y 50. No hicieron nada”, criticó y afirmó: “había mucha policía, pero nadie cerca de la plaza. No hablo por boca de ganso. Salí a caminar: había patrullero en la Trocha. Pero en la plaza, nada. Hoy a la mañana, había pis y caca en la entrada a la iglesia”.
A pesar de las críticas reconoció “la salida fue una fiesta, ordenados y hasta saludaban”.
Críticas
Si bien existieron críticas con clara intencionalidad política, todas tenían un claro justificativo. Y es que un evento de esta naturaleza (durante horas la ciudad tuvo el doble de habitantes) genera malestar, preocupación y obviamente que se multiplican los malvivientes. Mercedes sin duda se debe un debate sobre estos eventos por cuanto se debe evaluar los beneficios y perjuicios de los mismos. Ya que –es claro- no se puede pensar que son todas a favor.
Es de esperar que –eventos similares- en lo sucesivo tengan una mayor participación ciudadana para evaluar los beneficios y que la sociedad no se siga dividiendo en vano.
Cuatro aprehendidos
Casi todo el fin de semana, la ciudad estuvo revolucionada por el show de La Renga que convocó a más de 30 mil personas. El viernes por la tarde, en redes sociales comenzó a circular un video donde se podían ver algunos disturbios provocados entre la policía y un grupo de personas que se encontraban en la esquina de calle 40.
Según trascendió, algunos vecinos comentaron que este grupo comenzó a interceptar a los transeúntes y a aquellos que frenaban en el semáforo, pidiendo dinero y causando algunas molestias.
Ante ello, personal policial se apersonó en el lugar solicitando que abandonen la esquina a fin de restaurar la tranquilidad habitual en la ciudad.
Lo cierto es que dos de ellos comenzaron a mostrarse hostiles ante la presencia policial, mientras que otros dos terminaron confrontándolos. La situación motivó a que sean aprendidos por el personal que se encontraba en el lugar.
En el video, se logra detectar la gran cantidad de efectivos que se encargaron de reducir a estas personas, quienes no tardaron en mostrar resistencia. Si bien la ciudad se vio “invadida” por el público que llegó para ver a La Renga, se supo que dos de los detenidos en la tarde del viernes eran vecinos de la ciudad.
