Un acuerdo no cumplido sería la piedra angular de un conflicto serio en el bloque opositor • El debate se postergaría a marzo pero los radicales hicieron saber su malestar.
Desde que la lista encabezada por Evangelina Cabral se impuso en las elecciones de noviembre del 2021 se comenzó a hablar de la existe de un pacto entre el Pro y el radicalismo. La presidencia se alternaría un año para cada partido. Existe un antecedente en las legislativas del 97 que se decidió un año para la UCR y otro para el PJ. En aquella oportunidad se cumplió.
Ahora existen indicios de que aquel acuerdo no se cumpliría y –de hecho- ya no se cumplió. La última semana existieron negociaciones entre ambos sectores para evitar que la sangre llegue al río y –en principio- la discusión se habría postergado hasta marzo cuando el acuerdo hablaba de los cambios de autoridades en diciembre. O sea: ya no se cumplió.
“Siempre se sale con la suya”, sostuvo un viejo radical molesto con la situación y con la falta de palabra de la actual presidente Evangelina Cabral. El acuerdo no solo hablaba de cambio de partidos, sino de cambios de género. Presidente del HCD de un género y un partido, presidente de bloque otro género, otro partido.
O sea, la presidencia del HCD debía recaer para el período 2022-2023 en Edgar Killmeatte, hoy presidente de bloque.
La situación ha ocasionado tensiones que aún persisten y si bien la semana anterior existieron conversaciones, todo quedó congelado, lo que generó malestar. Y es que –según algunas versiones- Cabral habría amenazado con votar a quien proponga el oficialismo si la seguían apurando con el cambio de presidencia. Con lo cual la oposición podía perder la presidencia del cuerpo producto de sus propios desencuentros.
Semanas atrás la actual presidenta del Concejo, Evangelina Cabral, dijo que se sentía muy cómoda en ese lugar y que estaba dentro de sus planes continuar. Aquello fue un gesto que molesto por cuanto había conversaciones dentro de Juntos para que sea otro edil el que presida el cuerpo. Para ello debería realizarse una sesión extraordinaria donde el cuerpo determinaría las nuevas autoridades. Edgar Kilmeatte –en cumplimiento del acuerdo- puso a disposición la jefatura del bloque ante sus pares, pero no encontró mayores respuestas. Las posiciones están divididas. La pretensión es que antes que concluya el año “El inglés” sea el nuevo titular del HCD y para ello contaría con el respaldo de otros cuatro concejales: Débora Lacasa, Martín Bossi, Nora Ortubia y Carlos Mosso. Si bien estos dos últimos son del PRO, sostienen que debe respetarse lo acordado.
En tanto la posible continuidad de Cabral se apoya en las manos de Marcela Munarriz, Gustavo Mangoni y Claudia Fraile. En esas diferencias es donde no fueron pocos los que se animaron a darle sustento a algunos dichos del propio Mangoni, quien –al estilo xeneize- admitió que existen halcones y palomas. Los defensores de Cabral pretenden que el debate en cuestión se lleve a febrero o marzo. Quienes propician a Kilmeatte entienden que existe un presupuesto y que el mismo debe ser ejecutado por el nuevo presidente desde el primer día del ejercicio 2023.
El oficialismo espera
En este contexto los ediles oficialistas miran azorados la contienda y se friegan las manos ante la posibilidad que la pelea en el bloque les permita recuperar la presidencia del cuerpo. “Si existe consenso, nosotros vamos a acompañar. Pero no nos vamos a meter en la pelea interna de ellos. Mocionaremos un edil nuestro y que el cuerpo lo decida”, opinó un legislador del FpV.
Hoy por hoy la relación con el presidente de bloque de Juntos es óptima. La figura de Kilmeatte ha sido ponderada en reiteradas ocasiones por el FdT y hasta por el propio intendente. Que salga de ese lugar no seduce demasiado, máxime cuando suena que la presidencia del Bloque opositor podría quedar en manos de Munarriz con quien la relación no es tan buena.
A todo esto, son varios los operadores que intentan que no se rompa la unidad del bloque. Y en ese juego pasa a jugar un lugar importante Noelia Ruiz a quien poco le importa el acuerdo, solo quiere que el bloque permanezca unido. Por otra parte no faltan radicales que estén solicitando que el Comité de Distrito se exprese al respecto y convoque a los afiliados para debatir los pasos a seguir en caso de que aquel acuerdo fraguado hace poco más de un año, no se cumpla.


